martes, 15 de abril de 2014

¿Por qué es roja la luna en un eclipse? Aquí algunas pistas del autor Alberto Rojo...

¿Por qué es roja la Luna en un eclipse?



Por Alberto Rojo
Anoche la Luna se escondió en la sombra de Tierra. Para alguien parado en la Luna, la Tierra cubrió el círculo del Sol y el día se hizo noche. Algo parecido ocurre cuando la Luna se pone entre nosotros y el Sol y, de pronto, en el medio del día, se hace de noche. Pero hay dos diferencias interesantes.
Visto desde la Luna, el disco de la Tierra es 3,6 veces más grande que el disco del Sol, y el Sol se esconde totalmente por casi dos horas detrás de la Tierra. En cambio, vistos de la Tierra, el Sol y la Luna son casi del mismo tamaño, y el eclipse total de Sol tarda pocos minutos.
La otra diferencia es el color rojizo de la Luna en el eclipse (puse una foto sin retocar de Douglas Murray). Ese rojo es el mismo rojo del atardecer, y ocurre porque, en su pasaje por la atmósfera de la Tierra, la luz blanca del Sol pierde su parte azul (justamente por eso el cielo es azul) y la roja sigue de largo. No solo eso, los rayos rasantes no siguen en línea recta, se doblan un poco al pasar por la atmósfera y por eso “pintan” la Luna de rojo. Si la Tierra no tuviera atmósfera, la Luna del eclipse sería oscura. De hecho, la noche efímera del eclipse de Sol es oscura y negra, porque la Luna no tiene atmósfera.
Por ese quiebre de los rayos de luz al pasar por un medio transparente (la llamada “refracción”) se quiebra el sorbete en el vaso de agua, y seguimos viendo el Sol del atardecer aún cuando en realidad ya está debajo del horizonte: si, en el momento en el que el punto inferior del Sol toca el horizonte, desapareciera la atmósfera, el Sol desaparecería.
Este efecto rojizo de smog cósmico era conocido por los mayas, que decían que un tigre o un  jaguar devoraba la Luna durante un eclipse. Y  Colón, cuenta Bartolomé de las Casas, amenza a los pobladores de lo que ahora es Jamaica (que no sabían tanta astronomía como los mayas) con poner la luna “muy enojada y del color de la sangre”. El 8 de octubre volveremos a verla.